¿El ADN de tu nombre hace match contigo?
Mónica Cavazos

Mónica: nombre propio que procede de la forma griega monos, «uno solo, único». Cómo me gustaría decirles: que se dejaran de su: «mona, ay, jajaja perdón». Y no tener que imaginarme colgada de un árbol. Aunque viéndolo bien, ¿qué hay de malo en eso? Una chimpancé es inteligente, fuerte, linda, peluda, «mona». En sueco Mónica es Mona, casi igual que Mónica escrito en el WhatsApp en México —por aquello del texto predictivo—.
La gente me dice Moni. Me gusta porque es una forma cariñosa. He notado que a algunas personas las sílabas se les tropiezan en la lengua. Antes de hoy nunca me puse a pensar si es porque consideran que el diminutivo no concuerda con mi personalidad o porque en realidad no me quieren. Otra reflexión en qué ocupar las horas de insomnio.
Wikipedia dice: «las personas que llevan este nombre suelen ser decididas, valientes, autónomas y muy inteligentes»; monas, como quien dice. Yo soy todo eso, a veces, otras no. ¿Debiera una cambiarse el nombre cuando deja de cumplir con sus rasgos etimológicos? Si me tocara completar la definición, diría que en ocasiones Mónica puede ser lo opuesto: indecisa, cobarde, dependiente y ¿sosa?; no estoy segura si logro llegar al extremo.
Hay otra traducción según Santa Wikipedia: Monismo (uno) opuesto a pluralismo (muchos); «solo una», aquella que vive de forma íntima, espiritual. De espiritual nada, ojalá lo fuera. ¿Cuenta que al descubrir el nido de colibrí en el árbol junto a la ventana de mi recámara, me hubiera dado a la tarea de vigilar hasta dar con su dueña? ¿Que diera instrucciones precisas de no abrir, no acercarse, no limpiar, no respirar cerca? ¿Que cada mañana me levante con sigilo a llenarme los ojos del alma con la imagen de Coli empollando sus crías?
Espero que le guste su nombre y no tenga motivos para renegar, que si suena muy rudo, que si parece cursi. En mi caso, si me hubiera conformado, adaptado, ajustado a mi vida pasada, cuando los números y los cálculos reinaban, no habría tenido razones para inconformarme por el mío. Cuestión de musicalidad, mónicacavazos; escuchemos otra vez: mónicacavazos; repítelo conmigo: mónicacavazos. ¡¡Cacofónico!! Una escritora evita esos errores. Yo lo intento aunque no siempre resulto exitosa. Debe ser porque tengo la cacofonía a flor de nombre. Cuento fulanitodetal por mónicacavazos. ¿Hago trampa al juntar las palabras?, es para darle dramatismo, habría que agregar lo de intensa al significado. Probemos otra vez: Mónica Cavazos. Ni hablar, sin solución.
Otras de sus traducciones serían: «la que ama la soledad» o «aquella que es sola». A eso ha de referirse con lo de vivir de forma íntima. Me ciño a la perfección. Amo la soledad. Me gusta escuchar el silencio del amanecer. Los minutos que atesoro son las mañanas cuando mis oídos perciben el click del pestillo de la puerta. Hijo y marido de nombres con significados envidiables (el salvador, el primero y quien sale vencedor, el segundo); brotan al mundo a cumplir con su rol de individuos a los que el nombre les viene como anillo al cuerpo.
No siempre fui misántropa. Todo tiene que ver con esa vida que dejé atrás, en la que fui útil y cumplí a cabalidad con aquello de nacer, crecer, estudiar, trabajar, ganar dinero y comprar objetos como buena consumista de mi tiempo. En ese entonces fui Moni, la ingeniera. También se escucha raro: Moniingenieracivil / Mónicaingenieracivil.
Wiki, ya en confianza, agrega: «aunque, básicamente, el significado del nombre evoca a una mujer solitaria (así lo escribe, con esa manía de poner comas y comas), las mujeres llamadas Mónica tienen una personalidad sociable, extrovertida y alegre». Y yo que pensé que me comportaba como una loca en reuniones y fiestas porque nunca salgo. ¿Será por ello que me convierto en el perrito sin cadena que escapa de sus dueños y aprovecha para correr a sus anchas en campo abierto?
Por fin llega la respuesta al WhatsApp que envié esta incipiente mañana apenas escuché el delicioso sonido de la traba de la puerta:
«Hola, yo te puse así, (yo es mamá), porque había leído un libro y la heroína era una francesa muy hermosa e inteligente que se llamaba Monique».
¡¡Wikiiiiiii agrégale azotadísimas!!